Mundial 1966: en Inglaterra, los inventores del fútbol llegaron a la cúspide con polémica

El árbitro no vio nada, los ingleses campeones. Captura de pantalla.

Mundial 1966. La octava edición de la Copa del Mundo se celebró en territorio sagrado, donde nació el fútbol: Inglaterra. Es por ello que los locales sentían la obligación de obtener el título, sumado a que hasta el momento no habían podido conseguirlo. Por primera vez el Mundial de la FIFA presentaba una mascota: el león Willie. Fue un mundial que quedó manchado por la jugada más polémica de la historia del fútbol y por los cruces de arbitrajes en partidos claves. También fue un mundial recordado por el surgimiento de Eusebio, la Pantera Negra. 

Los candidatos para jugar esta copa eran Inglaterra, Alemania Federal y España. En 1960 presentaron sus candidaturas. Días antes de la votación el país ibérico retiraba su nombre y los ingleses obtenían el aval para organizar la copa fundamentado en que se cumplían 100 años de la Federación Inglesa de Fútbol, además de que el presidente de la FIFA, Stanley Rous, era inglés. El mundial se jugó entre el 11 y 30 de julio y 7 ciudadaes fueron testigos de los partidos sedes: Birmingham, Liverpool, Londres,  Mánchester, Middlesbrough, Sheffield y Sunderland.

El balón

La pelota del Mundial de Inglaterra 1966 fue la Challenge 4-Star, un balón de 18 paneles en naranja y amarillo.

Clasificación y equipos participantes en el Mundial 1966

Al igual que la edición anterior esta copa la jugaron 16 selecciones. Dos estaban clasificadas de forma directa; el anfitrión Inglaterra y el último campeón del mundo por dos veces, Brasil.

En la fase eliminatoria participaron 71 selecciones, un número mayor que en la realizada para el Mundial de Chile en 1962. En este proceso se abrió media plaza para Oceanía – que hasta el momento no había tenido participación – junto a Asia. Europa disputó la suya acompañada por Israel y Siria. África, con media plaza, había logrado contar en su fase eliminatoria con 16 equipos. 

Italia volvía al ruedo, Chile repetía, Portugal aparecía con fuerza por primera vez y Corea del Norte sería la sorpresa del mundial de 1966, no sólo por su clasificación a la misma.

El Grupo 1 estaba integrado por Inglaterra, Uruguay, México y Francia. Ingleses y urugayos fueron quienes abrieron el mundial en el Estadio de Wembley con un cerrado 0-0 donde la selección Celeste tuvo chances de ponerse en ventaja. Era un aviso para el local de que la serie no sería fácil. Ambas selecciones clasificarían a la próxima fase. Uruguay vencería a Francia por 2-1 y empataría con México sin goles, mientras que Inglaterra derrotaba a franceses y mexicanos 2-0.

El Grupo 2 estaba integrado por Alemania Federal, Argentina, España y Suiza. Alemanes y argentinos pasarían en su grupo con igual puntaje.

En el Grupo 3 lo jugaron Portugal, Hungría, Brasil y Bulgaria. En esta llave se suscitó la mayor sorpresa. Brasil quedó eliminado ganando un solo partido, a Bulgaria por 2-0 y Portugal avanzaba en la serie, junto a Hungría, ganando los tres partidos. El campeón del mundo vigente se retiraba temprano de la cita mundialista. Pelé fue objeto constante de agresiones físicas a punto tal que tras terminar lesionado contra Portugal, dudó si seguir jugando otro mundial más. La historia diría otra cosa. 

El Grupo 4 se jugó entre Unión Soviética, Corea del Norte, Italia y Chile. Los rusos clasificaron primeros ganando los tres partidos de la serie y la gran sorpresa del mundial fue la clasificación de Corea del Norte que le alcanzó con ganarle a Italia por 1-0 para pasar a cuartos. Era la primera vez que una selección asiática jugaba la fase eliminatoria.

Los cruces de cuartos del Mundial de Inglaterra 1966 no estuvieron exento de polémicas. El 23 de julio en Londres la selección de Argentina se enfrentaba al anfitrión. El partido fue parejo, con posibilidades para ambos equipos, pero a falta de 10 minutos para la finalización del encuentro los ingleses aprovecharon un centro al área que Geoffrey Hurst logra cabecear para ponerla al segundo palo del golero argentino. Hurst tendrá mucho que ver en la final contra Alemania

Además de que este partido fue arbitrado por un juez alemán, Rudolf Kreitlein, mientras que Alemania-Uruguay tuvo un árbitro inglés, el pasaje del encuentro entre ingleses y argentinos tuvo su controversia cuando el capitán Antonio Rattín fue expulsado.

Durante el primer tiempo Rattín le reclamó una falta al árbitro alemán, pero este lo expulsó por entender que lo estaba insultando. El partido se detuvo duarante casi 10 minutos porque Ratín pidió la aparición de un traductor que disponía la FIFA. El volante argentino salió del campo de juego en dirección a la alfrombra roja del palco de la Reina Isabel donde permaneció sentado unos minutos. Luego al dirigrise a los vestuarios la hinchada local le tiraba chocolate y latas de cerveza. Rattín aprovechó en la pasada para apretar una bandera de córner que tenía los colores británicos.  

El otro cruce, Alemania-Uruguay, jugado el mismo día en Sheffield, también estuvo manchado. El árbitro inglés Jim Finney no alcanzó a ver que el remate de Julio Cortés dio en el travesaño y picó adentro, así como tampoco el cabezazo de Pedro Rocha que se metía en el arco cuando Karl Schnellinger la detuvo con la mano. A los 12 minutos llega el primer gol alemán por intermedio de Helmut Haller. Un joven Franz Beckenbauer pondría el segundo al minuto 71 y cerraría el partido Uwe Seeler a los 76 y Haller nuevamente a los 84 minutos. 

En tanto en Sunderland la Unión Soviética le ganaba 2-1 a Hungría y Portugal-Corea del Norte en Liverpool vivían un frenético partido con score a favor de los lusitanos por 5-3. Pak Seung-zin marcó el gol al minuto, Li Dong-woon puso el segundo a los 22 y tres minutos más tarde Yang Song-guk ponía el tercero. Sorpresa total en el mundial. Pero esto no terminaría acá. Portugal, de la mano de Eusebio, ponía el descuento al minuto 27, y descontaba de penal a los 43. La Pantera Negra siguió de largo. En la segunda parte también de penal a los 56 y 59 minutos empataba. Pasaba a su rival y alcanzaba a hacer cuatro goles. José Augusto marcaría el quinto gol portugués. 

La semifinal se jugó en dos días distintos. El 25 de julio en Liverpool la selección de Alemania Federal enfrentó a la Unión Soviética y obtuvo un triunfo por 2-1 y al día siguiente Inglaterra derrotaba a Portugal por mismo score. El tercer puesto se lo quedó Portugal al vencer a los soviéticos por 2-1. 

La final

En el Estadio de Wembley de Londres ante más de 96 mil espectadores se jugó la final del Mundial de 1966. 

Al minuto 12 Haller pone el primero del partido para los teutones. Seis minutos más tarde Geoff Hurst pone el empate de cabeza. La primera parte termina en empate a uno. En el segundo tiempo, a los 78 Martin Peters pone el segundo para Inglaterra. Parecía el cierre del encuentro. Inglaterra sentía que la obtención del título mundial estaba cerca, pero sobre la hora Wolfgang Weber pone el empate y obliga a jugar el tiempo adicional. 

En el minuto 101 ocurre lo que se conoció como el gol fantasma. Centro desde la derecha de Alan Ball y Geoff Hurst la para, la acomoda y remata fuerte al arco. El guardameta no llega, la pelota pega en el travesaño y pica cerca de la línea el arco pero no alcanzar a entrar. El línea llama al árbitro suizo Gottfried Dienst quien finalmente decide cobrar el gol para los ingleses. El cuarto gol británico llega al minuto 120 también por intermedio de Hurst. Fue 4-2 para una Inglaterra conducida fundamentalmente por la calidad y liderazgo de Bobby Charlton, a quien se le concedió la distinción de miembro de la Orden del Imperio Británico en 1969, y en 1994 la Reina Isabel II lo nombró caballero de esa orden. 

Goleador

Eusébio da Silva Ferreira fue el goleador del Mundial de Inglaterra con 9 goles, de los cuales 4 los hizo en un solo partido en la remontada contra Corea del Norte. Es el noveno mejor jugador de fútbol del siglo XX según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol. Obtuvo el Balón de Oro en 1965 y la Bota de Oro como máximo goleador en 1968 y 1973. Leyenda del fútbol de Portugal y emblema del Benfica conquistó 16 trofeos locales y una Copa de Europa en 1962. Es el segundo máximo goleador, detrás de Alfredo Di Stéfano, en el período preChampions League de la Copa de Europa con 48 goles. Su carrera la culminó en el fútbol de Estados Unidos.